Bienvenidos a mi rincón

Bienvenidos.Desde aquí, viajareis conmigo a algunos de los lugares mas enigmáticos de nuestro "pequeño globo azul". Los que hayais tenido la suerte de visitar alguno de estos sitios, revivireis conmigo olores, colores y sensaciones que un día tuvísteis ante vosotros. Para los que aun no habeis podido estar en ellos, os invito a viajar conmigo a lo largo del globo, visto desde los maravillados ojos, de una viajera incansable, apasionada por éste, el pequeño rincón que todos compartimos cada día.

Let`s take care of the nature.
Let's eat less meat, let's plant more trees, let's extend the protected areas and the nature reserves. In our world there is space enough for all if we learn to coexist. The animals, they are not things to produce in chain and to kill discriminately. The trees are not things to fell for doing decorative tables, but members of the lung of the planet and home of many species of birds, animals and insects. The one who has been lucky to observe the behavior and the social links of an animal at liberty, describes it as one of the best vivid experiences. Let's make possible that the following generations could know also the magic of nature and learn the balance of the nature when it is regulates itself.


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sábado, 29 de enero de 2011

-VIAJES SOLIDARIOS / Solidarity Trip


VIAJES SOLIDARIOS

-Octubre de 2009. Desierto del Sahara, Noroeste de Mauritania.
De camino a uno de los hospitales a los que nos dirigíamos a ofrecer formación, el vehículo en el que viajamos, se avería. Empujado por el chofer, otro voluntario y yo, conseguimos sacarlo de la carretera, al lugar, donde se convertiría en nuestro hogar durante dos largos días.

Si abandonamos el vehículo, será saqueado y con suerte quedaría el chasis a la vuelta, lo que dejaría a los próximos voluntarios sin medio de transporte para realizar su trabajo, así que, decidimos quedarnos con él.
El poco equipaje que llevábamos, la comida y el agua, tenían que quedar dentro del vehículo durante la noche para no ser robadas por saqueadores o comida por algún animal, por lo que , para dormir queda como única opción  la bañera de la pick-up.
El precioso atardecer en el desierto, dio paso a la noche. La elevada temperatura durante el día, cae en picado y un helor acompaña la oscuridad de la noche, sin nada a penas con que protegerte en esta acampada que no habíamos previsto.

El muido de las vacas y otros animales salvajes, que se escuchaban una y otra vez tan cercanos como para tocarlos, hacía casi tan temerosa la noche, como la idea de ser atacados por algunos vándalos.
Las horas, no pasaban, tumbada a la intemperie, en la parte trasera de la pick-up, clavándote la chapa del coche en la espalda, con cientos de mosquitos acechándonos.
Y así, paso una hora tras otra…

Finalmente, a las 05.40 asoma el primer rayo de sol, que se lleva el frío suavemente y la mayoría de nuestros temores.
Tras varios intentos, un camión se lleva a nuestro chofer, que es el único que habla árabe, y volvemos a quedar, solos, en medio del desierto.
Si durante la noche el frío, es casi insoportable, durante el día, el calor te abrasa y te deshidrata. Al terminar la última botella de agua, y dudando de si el chofer vendría a buscarnos, piensas en la delgada línea que separa una travesía por el desierto, de una pesadilla real. Quizá, nuestra decisión de no abandonar el vehículo a su suerte, sentenciaría la nuestra.
Finalmente aparece el chofer con un camión y conseguimos remolcar el vehículo al pueblo mas cercano. Al día siguiente, tras parar un camión procedente de Mali y entregarle casi todo el dinero que llevábamos encima, conseguimos ser transportados dentro del mismo durante los cien kilómetros que nos separan del único pueblo donde poder encontrar un mecánico.

Nosotros viajábamos dentro del coche, que a su vez iba dentro del camión, ya que en la cabina, no había sitio para mas de los que ya circulaban. Cuando miraba por la ventanilla de la pick-up, solo podía ver, el interior del camión, plagado de heces y sangre de los animales que usualmente eran transportados.
De repente, el camión se detuvo en un control de los Gendarmes. El corazón me latía con fuerza estrepitosa, cuando vi que la puerta trasera del camión se abría y aparecían dos hombres vestidos con uniforme verde, armados completamente y gritándonos que bajáramos del vehículo. Tras subir y ver lo que llevábamos, cogieron los pasaportes y al chofer del camión y desaparecieron en la pequeña caseta que tenían, durante casi media hora.

Un hombre nos indicó que subiéramos a la cabina del camión y tras él, el chofer, con la cara descompuesta arrancó y sin mediar palabra continuó la marcha. Ninguno le preguntamos cuánto tuvo que pagar, si le habían pegado o si le habían denunciado, no era necesario preguntar...Así fuimos todos, en silencio, sacando nuestras propias conclusiones de lo que había pasado y culpándonos los unos a los otros de lo ocurrido.
Finalmente, llegamos a las afueras de la ciudad de Nouakchott.

Tras dos días de gestiones en bancos y oficinas, supimos de la imposibilidad de conseguir el dinero para reparar los inyectores que habían provocado la avería del coche.
Exhaustos y sin dinero, hablábamos mi compañero y yo del fracaso de nuestro viaje. Finalmente, tendríamos que abandonar el vehículo y encontrar la forma de volver a casa en transporte local.
En ese momento, un mauritano, cuyo rostro era la primera vez que veía, y que no cesaba de mirarnos, se acercó  y nos dijo: “vosotros sois los extranjeros... estáis dos días por aquí. Se lo que os ha pasado!, yo os prestaré el dinero que necesitáis para reparar el coche”.
Perplejos y sin saber de dónde había aparecido aquel hombre, cogimos los 850 euros que necesitábamos para la reparación. Agradecidos y emocionados por lo acontecido, aseguramos devolver todo el dinero, sabiendo que nunca a lo largo de nuestras vidas, volvería a pasarnos algo así.
Y fue en ese momento, cuando prometí,  jamás perder la esperanza y fue en aquel momento cuando me comprometí, a devolver esa generosidad que sin conocernos y desinteresadamente habían tenido con nosotros.
Y así acabo este viaje, que se inició para repartir solidaridad y que acabó con la mayor lección de generosidad, que nunca conoceríamos.

-October 2009. Sahara Desert, east of Mauritania.

On the way to one of the hospitals that we were going to provide training on the vehicle we travel, breaks down. Pushed by the driver, another volunteer and I got out of the road, the place where it would become our home for two long days.
If we abandon the vehicle must be sacked and doom was around the chassis, leaving the next volunteers without any means of transport to work, so we decided to stay with him.

The little baggage we were carrying, food and water had to be inside the vehicle at night to avoid being stolen by looters or eaten by an animal, so that sleeping is the only option the bathtub of the pick-up .

The beautiful sunset in the desert gave way to night. The high temperature during the day and plummet Heloros accompanies the dark of night, with nothing to terms that protect you in this camp that we had not anticipated.
The muiden of cows and other wild animals, which were heard over and over again so close as to touch them, was almost as fearful night, as the idea of being attacked by some hooligans.

The hours not spent, lying in the open, in the back of the pick-up car clavándote plate on the back, with hundreds of mosquito looming.

And so, spend an hour after the other ...

Finally, at 05:40 overlooks the first ray of sun that gently brings the cold and most of our fears.
After several attempts, a truck takes our driver, who is the only one who speaks Arabic, and back to stay, alone, in the desert.
If during the night the cold is almost unbearable during the day, the heat will dehydrate you and burns. After the last bottle of water, and wondering if the driver had come for him, think about the thin line that separates a journey through the desert, a real nightmare. Perhaps our decision not to leave the car on his own, would sentence ours.
Finally, there is a truck driver and got the vehicle towed to the nearest town. The next day, after stopping a truck from Mali and give almost all the money they were carrying, were able to be transported within the same during the hundred miles that separate us from the only town where you can find a mechanic.
We were traveling in the car, which in turn was inside the truck, as in the cabin, there was no room for more of those already circulating. When I looked out the window of the pick-up, one could see inside the truck, full of feces and blood of animals which were usually carried.

Suddenly, the truck stopped at a checkpoint of the Gendarmes. My heart pounded loud when I saw the truck's rear door opened and two men dressed in green uniform, fully armed and yelling to get off the vehicle. Following up and see what we had, took their passports and driver of the truck and disappeared into the small hut that had, for almost an hour.
A man told us that they climb into the cab of the truck and after him, the driver, his face broken and without a word started the march continued. None asked how much he paid, if they had stuck or if they complained, no need to ask ... So we were all in silence, drawing our own conclusions of what happened and blaming each other for what occurred.

Finally, we reached the outskirts of the city of Nouakchott.

After two days of negotiations with banks and offices, we learned of the impossibility of getting the money to repair the nozzles that had caused the fault of the car.

Exhausted and broke, my partner and I were talking about the failure of our trip. Finally, we would have to leave the car and find a way back home to local transport.

At that time, a Mauritanian, whose face was never seen, and he kept looking at us, came and told us: "You are the foreigners ... you are two days around here. It is what has happened to you!, I will lend you the money you need to repair the car. "

Perplexed and not knowing where the man had appeared, we took the 850 euros we needed for repair. Grateful and excited about what happened, make sure to return all the money, never knowing that throughout our lives, something would happen to us.

It was at that time, when promised, never lose hope and was at that moment I pledged to repay that generosity and selfless without knowing that they had with us.

And just this trip, which began to spread solidarity and ended with the biggest lesson of generosity, would never know

domingo, 16 de enero de 2011

-EL SAHARA- TERJIT

“He vuelto a entrar en el desierto, como si volviera a mi hogar; el silencio y la soledad te envuelven como un velo impenetrable; no hay más realidad que las largas horas de cabalgata, por la mañana tiritando y por la tarde adormilada, el bullicio de la llegada al campamento, la charla y el café junto al fuego después de la cena, y el sueño, más profundo que el que produce la civilización; después otra vez el camino. Y como de costumbre, me siento tan segura y confiada en este país sin ley como en mi propio pueblo.”

"I have come back into the desert, as if my home again, the silence and loneliness surround you like an impenetrable veil, no more reality than the long hours riding in the morning shivering and sleepy in the afternoon, the bustle of arrival at the camp, talk and coffee by the fire after dinner, and sleep deeper than that produced by civilization, then the road again. And as usual, I feel so secure and confident in this country without law and in my own people. "



MAURITANIA 

Junto a la grandeza de sus paisajes desérticos, los viajeros, se sienten atraídos por las tribus nómadas que los habitan.
Decidirse a adentrarse en el desierto, pasar una noche en una “Jaima”, con el manto de estrellas como techo y la suave y fina arena como lecho. Recorrer kilómetros en camello con una expedición o componer un mapa con una brújula por tierras no descritas, son experiencias que aún hoy en día nos enseñaran que hay terrenos sin explorar no tan lejos de nosotros y será sin duda una experiencia inolvidable para quien se decida a llevarla a cabo.
Ya, desde antes del año 1909, en esta tierra de nadie, los asaltos a las caravanas estaban a la orden del día y los europeos eran sus principales víctimas. Hoy en el siglo XXI, por razones de otra índole, los europeos, siguen siendo objetivos ocasionales en el continente vecino. Lo que ni entonces, ni hoy, ha conseguido frenar, “la llamada del desierto”  ..
A pesar de que este país se ha tornado  “desaconsejable” para elegirlo como destino a la hora de hacer un viaje, sigue ejerciendo la misma atracción a quienes ya han deambulado por sus dunas infinitas.
Si bien no lo aconsejo como destino para principiantes, si os decidis, hacedlo en un grupo organizado e informar  previamente de la ruta que vais a seguir.
Hay que obtener el visado previamente en la embajada de Mauritania en Madrid y actualmente, no se conceden para la frontera Norte.
Una buena opción para llegar, es volar hasta Francia. Desde allí, hay un vuelo directo que va a la ciudad de Atar, situada al Noroeste de Mauritania.
La ciudad es conocida turísticamente por ser la puerta de llegada para visitar las antiguas ciudades de Ouadane, Chinguetti y aoujeft, declaradas  Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco.
Desde allí, os podeis desplazar a conocer el maravilloso oasis de Terjit un verde y frondoso oasis con aguas termales y encajonado entre las montañas Mauritánidas. El lugar parece sacado del escenario de las "Mil y una noches" con una poza fantastica donde bañarse y una gran zona de sombras que proporciona un extenso palmeral. Por la mañana varios hombres trabajan recogiendo y preparando los dátiles para su consumo. Sorprende la facilidad con la que se suben a las palmeras y se hacen con varias ramas cargadas de dátiles, que luego unas pocas mujeres y niños separan en barreños para su venta.

-Next to the grandeur of its desert landscape, travelers are drawn to the nomadic tribes that inhabit them.
Deciding to go into the desert, spend a night in a "James", with the mantle of stars such as ceiling and soft, fine sand as bedding. Camel walk miles with an expedition or compose a map with a compass for land not described, are experiences that have taught us today that there are unexplored land not far from us and will undoubtedly be an unforgettable experience for those who decide to carry it out.
Already, since before 1909, in this no man's land, raids on the caravans were the order of the day and the Europeans were the main victims. Today in the XXI century, for reasons other Europeans, are still occasional targets in the neighboring continent. What neither then nor today, has failed to curb "the call of the desert" ..

Although this country has become "discouraged" to choose as a destination when making a journey, continues to exert the same attraction to those who have wandered through endless dunes.
While not advise it as a destination for beginners, if you decide, do it in an organized and informed in advance of the path going forward.
Must obtain a visa in advance at the Embassy of Mauritania in Madrid and currently are not granted to the northern border.
A good way to get is to fly to France. From there, a direct flight that goes to the town of Atar, Mauritania in northwest.
The tourist town is known to be the arrival gate to visit the ancient cities of Ouadane, Chinguetti and aoujeft, declared World Heritage Site by Unesco.
From there, you know you can move to the beautiful oasis of lush green Terjit an oasis with hot springs and mountains sandwiched between Mauritania. The place looks like something out of the stage of the "Arabian Nights" with a fantastic pool to bathe and a shadow area that provides an extensive palm grove. In the morning several men work collecting and preparing the dates for its consumption. Surprised at the ease with which they are uploaded to the palm trees and branches are laden with various dates, then a few women and children in separate bowls for sale.



Entrada al Oasis de Terjit
Estas "Jaimas" son las habitaciones del maravilloso oasis.
Os dormireis con el sonido del agua que se filtra por las pardes callendo al río y despertareis con el único sonido del canto de los pájaros que habitan este pequeño paraíso. Podreis disfrutar del típico desayuno compuesto por té, dátiles y los dulces que preparan las mujeres.



Podreis tomar un baño en esta piscina natural, por el día disfrutando del maravilloso entorno y durante la  noche, como de forma mágica, la poza se convierte en un lugar iluminado por las cientos de luciérnagas que habítan en ella. Nadie que haya pasado por aquí, podrá olvidarlo nunca.



La otra opción, es volar hasta Nouakchott y desde allí, comenzar el viaje a través del desierto y maravillarse con sus paisajes, unos 460 kilómetros de pista, separan esta ciudad de Terjit.


Luna llena